viernes, 14 de noviembre de 2008

Stop rumorología

Las viejas radar son una constante en nuestras vidas ¿Quién no tiene un aquelarre de seres valetudinarios asentado a cualquier hora del día en la plaza de su barrio?
Por las noches, como brujas con ojos de halcón, acechan desde sus cortinas raídas, al amparo de su hogar con toro de plástico junto a folklórica del todo a cien sobre televisor de los 70´ al fondo. Al verte pasar, asienten y se miran entre ellas como signo de un código secreto. Son las espías de nuestras vidas, las que revientan y fomentan la rumorología de
ultraperiferia.

Vas a tirar la basura y ahí están. Vas fumao con unos colegas y ahí están, vas colgado de alcohol, lsd o lo que tercie y ahí están. He pensado tomar cartas en el asunto, comprar una Uzi por Ebay, esconderla bajo una gabardina y sorprenderlas a las 8 de la mañana, recién levantado, cuando la empalmada de los buenos días parece que va a romper los calzoncillos, descubrir la verga en su esplendor y, cuando las viejas abran su boca desdentada del asombro, ametrallarlas a plena luz, como en un “underground western”, digno de Sergio Leone.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jjaj hasta cuando una va a la azotea estan los radares mirando tras las cortinas sin cortarse un pelo. Buena observacion.

Esteban Calderín dijo...

Más que una uzi... yo las molería a palos...